Todo en la vida y en la naturaleza tiene un pasado y un presente. Es el caso del Brazo del Este. De ser hace 3 siglos uno de los tres caudalosos brazos del Guadalquivir, a día de hoy, y tras sucesivas cortas en el cauce central del río para facilitar la navegación, el Brazo del Este quedó reducido a la mínima expresión, atravesando durante 39 km con sucesivos meandros un relieve llano de antiguas marismas hoy transformadas en arrozales.    

Pese a ser un espejismo de lo que fue en el pasado, se trata de una zona húmeda de excepcional importancia para la avifauna. Es todo un espectáculo para la observación, especialmente de aves, pues es refugio de multitud de especies durante todo el año y en particular de gran parte de la población de aves de Doñana que en verano, tras secarse la marisma, encuentran refugio en el Brazo del Este. 

Con la mayor población de calamón de Europa Occidental, la nidificación de especies tan singulares como la garza imperial o el fumarel cariblanco, el refugio de especies en peligro de extinción como la cerceta pardilla, la focha cornuda o la garcilla cangrejera o uno de los puntos de invernada e incluso cría de la reina de las marismas, el águila pescadora, el Brazo de Este representa un auténtico santuario para las aves digno de ser visitado.

Durante gran parte de la ruta, circularemos por caminos rodeados de zonas húmedas y terrenos de cultivo. Nos tomaremos nuestro tiempo para disfrutar del avistamiento de aves en los puntos más destacados.